La iniciativa para promover el trabajo de voluntarios en instituciones privadas, terminó en una polémica de proporciones, cuando la Iglesia se sintió agredida y discriminada, dando lugar a un fuerte manifiesto del Cardenal Sturla.
"Parece que en Uruguay hay que esconder la identidad religiosa, porque no es bien vista", dijo el jefe de la Iglesia católica, al criticar la iniciativa del Frente Amplio, cuyos legisladores implementaron cambios al proyecto.
La iniciativa, que había sido impulsada entre otros por el Senador Pablo Mieres del Partido Independiente, hizo que el impulsor se arrepintiera de haber presentado el proyecto y asegurara que la iniciativa terminará matando al voluntariado, al interpretar que todo aquel que realiza una tarea en favor de los demás, es en definitiva un empleado de alguien y por lo tanto debe figurar en organismos como el BPS y el Ministerio de Trabajo. Además al criticar el proyecto se estableció que el 90% de la ley se dedica a trancar el voluntariado, al punto que solamente dos hablan de promoción y los otros 29 de control y fiscalización.
"Yo fui el impulsor de un proyecto que nada tiene que ver con lo que hoy se quiere aprobar" dijo Mieres, agregando que "a esta altura estoy arrepentido de haber promovido una ley de voluntariado del sector privado, porque la iniciativa se ha desnaturalizado".
Por su parte Sturla dijo que "al fin de cuentas, parece que participar en instituciones religiosas es lo mismo que ser leprosos y hay que esconder la identidad religiosa porque no es bien vista y no es políticamente correcta".
La iglesia católica es una de las instituciones que más tarea de voluntariado realiza en el país.